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Con Eduardo Palomino

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CONCLUYÓ EL 7° CAMPAMENTO DE BALONCESTO

Óscar Castellanos agradecido con los participantes

 

Veracruz, Ver., a 1  de agosto de 2014.- Tras dos semanas intensas de baloncesto y con el extra de la presencia de Eduardo Nájera un par de días, este viernes llegó a su fin el Séptimo Campamento de Baloncesto que cada año organiza el Club Halcones Rojos Veracruz y la Escuela de Baloncesto Infantil y Juvenil “Halconcitos Rojos Veracruz”.

 

Las acciones de este último día se desarrollaron con normalidad sólo que básicamente consistió en actividades recreativas y juegos entre ellos para finalizar con la foto del recuerdo y después la entrega de los diplomas que estuvo encabezada y dirigida por Óscar Castellanos, director de la Escuela de Baloncesto Infantil y Juvenil Halconcitos Rojos Veracruz.

 

Acompañaron al también asistente de entrenador del Club Halcones Rojos Veracruz, actual campeón de la LNBP, el grupo de Monitores, responsables de que los pequeñines y jovencitos tengan un buen desarrollo de sus capacidades, integrado por los hermanos Antonio y Arnulfo Valenzuela, Baruch Murrieta y Salvador Cruz además de “Yeyo” la mascota oficial de la quinteta porteña.

 

Antes de la entrega de los diplomas, Óscar Castellanos agradeció a los padres de familia “la confianza depositada en nosotros y por haber participado en este campamento”.  

 

“Hoy terminamos, esperamos les haya gustado, esperamos les  haya servido, que se hayan llevado un cúmulo de conocimientos, que les haya servido para lo que es el objetivo del campamento que fue darles las bases del basquetbol. Esperamos que sigan practicando basquetbol, pero si no es basquetbol no importa, pero hagan algún deporte. Hay que activarnos físicamente. No tuvimos mucho tiempo para practicar más de esto pero va a rendir fruto si ustedes practican todo lo que aquí vimos. Lo que aquí vimos fue fundamentos de basquetbol de manera correcta”, enfatizó el ex jugador de Halcones Rojos Veracruz.

Después, cada uno de los Monitores agradeció también a los padres de familia el apoyo brindado a ellos para confiarles a sus hijos durante la duración del Séptimo Campamento de Baloncesto.


ANTONIO VALENZUELA

“Yo trabajé con niños de 9, 10, 11 años y acá no nos gusta escuchar el no puedo, todos y cada uno de ustedes pueden hacer las cosas; sólo es cuestión de que se lo propongan, lo practiquen y crean en ustedes mismos. Quiero agradecerle a mi grupo porque fue un grupo bastante bien portado. Lo importante es que se divirtieron y llevaron a la práctica los conocimientos y fundamentos que estuvimos practicando.  Sigan por ese camino, si les gusta tienen que practicar y practicar; la disciplina es importante “.

 

ARNULFO VALENZUELA

“Estuve trabajando con niños de 6 a 8 años, aunque tuve niños de 4 y 5 años. Para mí fue un gusto poder compartir con ustedes un poquito de mis conocimientos e igualmente aprendí de ustedes muchas cosas, recuerden que en la vida no se deja de aprender. Si sabes algo trata de compartirlo con los demás. Si no aprendemos a tener disciplina habrá muchas cosas malas en nuestra vida. Gracias por su confianza padres de familia”.

 

BARUCH MURRIETA

Responsable del grupo de entre 10 y 12 años, se dijo orgulloso “de que se vayan con una mejor mecánica de tiro. Les agradezco su apoyo, el que hayan sido tolerantes con los ejercicios, porque a veces son aburridos pero nos sirven. Todo lo que ven en la Liga Profesional es lo mismo que estamos aplicando en los entrenamientos; la única diferencia entre un profesional y nosotros es la intensidad con la que practica  y la práctica debe de volverse un hábito. Gracias por su tolerancia, por su apoyo y por la confianza que nos han tenido”.

 

SALVADOR CRUZ

“Nos vamos contentos por el progreso que tuvieron tanto en el aspecto  físico como en el aspecto técnico dentro del basquetbol pero más allá de eso, nosotros usamos el basquetbol como una herramienta para fomentar el desarrollo integral de ustedes; y con esto me refiero a que no nadamas sean buenos corriendo, saltando, tirando, sino que sean buenas personas, que sepan obedecer, que reflejen en la cancha los valores que les enseñan en su casa. Salimos con mejor actitud, mayor disciplina y sobre todo con la iniciativa de querer mejorar. Tenemos que ser ganadores, pero no somos ganadores por el hecho de que ganemos un partido, somos ganadores por el hecho de esforzarnos en cada momento, somos ganadores por el hecho de participar, somos ganadores por el hecho de dar lo mejor de mí y no quedarme con aquello que ´hubiera hecho´”.