El Consejo Nacional del PAN

Agustín Basilio de la Vega

El pasado fin de semana sesionó el Consejo Nacional del PAN en la ciudad de México y se aprobaron los reglamentos internos que regulan la elección del próximo presidente nacional de este instituto político. Por primera vez  todos los militantes podrán participar con su voto en esta decisión ya que desde su fundación, solo los consejeros nacionales tenían esta responsabilidad.

El Registro Nacional de Miembros cuenta con más de 225 mil militantes, por lo que se tendrán  que establecer los centros de votación que para tal efecto acuerde  la Comisión Organizadora de Elecciones recién integrada.

La jornada comicial se prevé que se realice en el próximo mes de mayo en virtud de que el IFE debe aprobar los reglamentos nuevos. Sin duda, se trata de una nueva época para el partido que fundó el Lic. Manuel Gómez Morín en 1939.

La nueva modalidad para la elección de presidente nacional y de los estatales pondrá a prueba la capacidad institucional de los panistas y es una oportunidad muy importante para confirmarse como el partido que mejor cumple con la incipiente democracia mexicana.

Desde su fundación, el PAN ha sido el único partido mexicano que ha tenido métodos democráticos para seleccionar a lo largo de su historia a sus dirigentes y candidatos, las  asambleas y convenciones así como de elecciones por militantes en centros de votación, forman parte de su gran tradición democrática que lo ha llevado a obtener triunfos municipales, estatales y nacionales como la de la alternancia en el año 2000.

El irremediable espíritu democrático del PAN ha hecho que en el pasado se conocieran a sus militantes como “los místicos del voto” y que en el presente nos sigan criticando por promover tercamente las decisiones democráticas.  Pero el tiempo le ha dado la razón a sir Wiston Chuchill: “la democracia es un mal sistema salvo en algo, es el menos malo”

Nuestro país será más estable y una mejor casa para todos en la medida que se desarrolle la democracia como forma de vida, pero para que verdaderamente esto ocurra se necesita demócratas auténticos dispuestos a dar testimonio cotidiano y no solo críticos de café.

El PAN, ahora está por dar un paso ciertamente audaz, pero como ha sido siempre, será una aportación más para la democracia mexicana que siempre está en construcción como si fuera una brega de eternidad.